No deberíamos tener ningún motivo en concreto para viajar a Marruecos, ya que el solo nombre debería ser suficiente como para que, al pronunciarlo, nos entrasen ganas de recorrer uno de los lugares más increíbles del mundo. Pero por si eso no es suficiente aquí tienes 10 razones para viajar a Marruecos.

1. Por su cultura y por proximidad con España.

A simple vista puede no parecerlo, pero su proximidad con España hace de Marruecos un destino idóneo para disfrutar de una cultura muy diferente a la española. Su cercanía te da la posibilidad de estar en el destino en pocas horas (1:30 /2 horas) y así, poder disfrutar incluso de una escapada de fin de semana. Si tu destino es Marrakech, te maravillará su aeropuerto “el más bello del mundo” según Skyteam, una plataforma que reúne a las mejores aerolíneas del mundo y con capacidad para atender a 9 millones de viajeros.

2. Por su gastronomía.

Si hay algo que no podemos obviar en Marruecos, es su gastronomía. Con infinidad de posibilidades, que van desde degustar un zumo de naranja en Jemaa el-Fna (Marrakech) a comprar un puñado de aceitunas en el puesto de un mercado, pasando por sentarte en una terraza y disfrutar de un increíble tajine de kefta, su couscous o su tanjia marrakchia que, sin duda pasarán a formar parte de tus recuerdos del viaje. Eso por no hablar de sus desayunos, o sus dulces… Podríamos llenar paginas hablando de una de las gastronomías más completas y saludables del mundo

3. Por visitar la plaza de Jemaa el-Fna en Marrakech y el resto de Medinas del país.

Si hay un rincón que no puedes dejar de visitar en ninguna ciudad, ya sea en Marrakech o cualquier otra de Marruecos son las Medinas y los Zocos. No hay mejor lugar que este para conocer la realidad del país, ver su cultura, charlar con los locales, probar la gastronomía y al mismo tiempo, vivir en primera persona esa vida diaria que en muchas ocasiones nos perdemos al visitar los lugares más turísticos. No puedes dejar de visitar la Medina de Fez el Bali, el casco peatonal medieval más grande (y laberíntico) del mundo

4. Por las compras.

Sabemos que no todo son las compras. Es más, esto debería ser un aspecto secundario en un viaje, pero… ¿qué sería de Marruecos sin sus tiendas y zocos? Y ¿qué sería de nosotros sin pararnos en alguno de los locales, cargados de paciencia y dispuestos a pasar varios minutos frente a un té con menta o regateando como si no hubiese un mañana para conseguir ese precioso juego de té del que nos hemos enamorado?

5. Por pasar una noche en el desierto.

Uno de los grandes motivos para viajar a Marruecos es pasar una o varias noches en el desierto del Sahara. Algo que no podemos hacer en muchos países, en Marruecos podremos disfrutarlo y vivir una experiencia que todo el mundo debería tener al menos una vez en la vida...

¿Te imaginas dormir entre las dunas, con un cielo con miles de estrellas como techo? Es posible, y en Marruecos es mucho más fácil de lo que crees.

6. Por hacer la Ruta de las Kasbahs.

Si hay una ruta en Marruecos que no te dejará indiferente, esa es la Ruta de las Kasbahs, ciudadelas construidas con adobe que representan la cultura bereber y salpican los increíbles paisajes del Gran Sur de Marruecos.

La más conocida de Marruecos es la de Aït Ben Hadou declarada Patrimonio de la Humanidad en el año 1987que nos regala una experiencia única en la que nos podremos adentrar en este ksar, recorriendo sus calles de adobe.

Otro de los lugares no podemos perdernos es la Kasbah Taourit, considerada como una de las mejor conservadas de Marruecos. Y sin duda una de las joyas más desconocidas; la Kasbah de Telouet a los pies del Atlas.

7. Para perderse por los azules imposibles de Chefchaouen.

Si hay un lugar próximo a nuestro país, bonito y con encanto, ese es, sin dudarlo ni un segundo  Chefchaouen o Chaouen, como era conocido cuando fue fundado por los amazighes, «la perla azul» como es conocido a día de hoy por el llamativo y distintivo color azul con el que están pintadas las casas de la Medina.