Una interesante excursión de una semana entre gargantas encajadas en el Atlas más recóndito y los hermosos valles de la tribu Aït Bouguemez – que da nombre al valle situado bajo las laderas septentrionales de la gran cresta del M’goun – con sus bellos pueblos de adobe bordeando los ríos, sus altiplanos abiertos y magníficas vistas al macizo. Cada etapa será una oportunidad para entrañables encuentros.
El M’goun (4.068 m) es tras el Toubkal el segundo macizo en altitud de todo el África del Norte. Sin embargo, el macizo del M’goun es netamente más extenso, pues reina sobre la parte central del Alto Atlas, que es donde esta gran cordillera alcanza su mayor desarrollo y se ensancha en numerosos pliegues entre Azilal y el llano de Ouarzazate.
Tras el descenso del M’goun, el circo de Taghia, que abriga un grupo de farallones calcáreos que son probablemente los más bellos de Marruecos.
Con poco o nada que envidiar al famosísimo Todra, la inaccesibilidad de Taghia mantiene este lugar a resguardo de los turistas y es frecuentado sólo por escaladores que la han bautizado como las Dolomitas marroquíes, por la espectacularidad de las gargantas, desfiladeros y paredes verticales que aquí encontramos.
TEMPORADA: Desde finales de mayo a finales de septiembre
DURACIÓN: Una semana
NIVEL: Mediano a deportivo
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